Conocieron en un
tiempo los humanos
biógrafos
estelares.
En tiempos se
entregaron a sus especulaciones
con fe universal.
En tiempos sus
fantasías
fueron realidad
indiscutible.
Porque una
explosión histórica,
como la cumbre
de diez mil cuentos,
fue el
nacimiento de Eclipse.
El mundo de
Eclipse lo describe la naturaleza terrestre.
Se ve en el
reguero de hormigas,
en la impronta
solar,
en el agua
contagiosa,
en las células
creativas,
en el aire
contundente,
en los pulmones
que le dan la forma.
Eclipse, cuidadora de planetas,
matrona de astros por nacer,
amamantará al futuro en el
momento histórico
de la muerte del destino.
Todas estas cosas ocurrieron
y el espacio entre las cosas,
el desorden de las letras,
la velocidad del viento,
la memoria de los humanos,
dejaron perderse esta historia,
El destino de una mujer alada
se descubrió en el futuro
de las mujeres después de ella.
Pero Eclipse vive en las cornisas,
se ve a sí misma en equilibrio
se ve a sí misma y se mira
para recordar el destino cumplido,
para recordar el fin que empezó con
su llegada,
para
recordar el principio de su tiempo.
Y
Decisión se ahogaba
en el
mar de dudas del futuro.
Y la
niña Literatura tuvo que esperar escribiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario