Entradilla

Alas, plumas, fantasía, ganas de volar y de volver a mi planeta...

sábado, 10 de noviembre de 2012

ÓPERA ROCK


Play: Nigth air. Jamie Woom


¿Cómo me oriento en esta jungla, si hasta el musgo se confunde?
Reniego del aspersor porque sólo la lluvia es capaz de frutos tan salvajes.
Y del mismo modo, sólo el jardín conoce de emociones de bárbaro,
Sólo él es testigo de imaginación atea y ciencia original,
De historias de mandrágora, de grutas jugosas, de montones antiguos,
Crecimiento, senderos de agua y recodos podridos donde se fraguan las raíces.
Quizá lo que veo cambie y, cuando vuelva ya no será del mismo color
Será invierno de plata, el frío me hará dudar, pero será pleno ¡por dios!
Será tan repleto que fulmine la deriva racional y la ciencia primigenia
Y el observatorio filosófico que hallé en los colores del otoño.

sábado, 3 de noviembre de 2012

MALDITO HOMBRE BLANCO



El cerebro es predecible, o básico, o elemental. Desde su viscosidad de laboratorio ofrece una consistencia: la felicidad es una reacción química, una mezcla de elementos a temperatura basal.
Muy pocas cosas consiguen esa revolución, ese conjunto sustancioso, con cierta permanencia. Comer cuando se tiene hambre, dormirse en el silencio, oír a otro ser humano decir que quiere estar contigo…
No obstante, y espero que me sigan porque no diré mucho más, como el bien es la ausencia de mal y nada es bueno totalmente, si existe felicidad, hay lado oscuro. A la reacción de antes le corresponde una fuerza similar y contrapuesta ¿una acción, quizá? En conclusión, tenemos otra consistencia: la materia con ambición nihilista no es culpa de nadie ajeno, porque si tienes hambre, comes, y si tienes sueño, duermes.