Entradilla

Alas, plumas, fantasía, ganas de volar y de volver a mi planeta...

domingo, 31 de marzo de 2013

DISPERSIÓN


Se olvidó la piel de espiga que bajo el agua de la ducha perdía su propiedad aprehensiva, se distraía. Cada pluma generaba un pensamiento propio y, de repente, todas a la vez se contagiaron el concepto de tejer una piel hidrófoba que podía sobrenadarlo todo. Tan contundentes fueron los nudos, que las manos del amigo tocaron escamas tersas, brillantes, que proyectaban luz negra. Eclipse sólo tenía instinto de sierpe y Arlanzón de compañero acogedor, sus manos de piedra adquirieron calor propio y consistencia carnosa. Fue un buen trato para el dragón, incapaz hasta entonces de generar su propio calor.


Play: At last. Etta James.



Je ne peux pas rencontrer mon esprit
Je ne vois pas mon aujourd’hui
Je ne sais pas comme travailler aujourd’hui
Je suis en train de mourir pour la vie
Je ne connais pas la vie
He vuelto a bailar bajo el agua
Y la vida que se quedaba para siempre
Se ha marchado por un momento
He cantado coros a la vida
Cuando el mundo gritaba para mí
El mundo ha perdido ante mi voz
Ante mis cantos de sirena perfecta
Soy sirena junto al agua
Bailo docenas de ritmos
Hoy mi parte de sirena olvidó la gravedad
Mi parte de sirena perfecta volvió
Y volví a bailar los ritmos de la lluvia
Y canté los coros de las sirenas perversas
Y volví a los malos pensamientos
Con el ritmo de las olas del pasado
Mi sirena perfecta ha vivido hoy
Ha bailado bajo el agua controlada
Mi parte de sirena excitada
Se ha marchado con la espuma
Mi sirena perfecta
Elle peut danser sous la chute de la lumière
Elle peut danser sous l’arrivée de l’eau
Elle sait penser avec le rythme du sexe
Elle connaît le droit de la physique
Elle dansera par toute la vie de l’humanité

sábado, 9 de marzo de 2013

CUENTO DE GÁRGOLAS III

Play: All right now. Free


Nadie sabría nunca que Lucía había ido a Burgos a cerrar la última herida que dejaba salir algo de sí misma al exterior. Después de haber perdido la esperanza y la paciencia junto a todo aquel tiempo pasado, quedaría al margen del mundo y sería una simple observadora. 

Pero lo improvisado de la fantasía, llamémoslo casualidad, hizo que ella, una pequeña nada en la historia, encontrara a la bestia y la liberara. Fue responsable de que Arlanzón caminara entre los hombres y mujeres de los que había decidido apartarse. 

Cuando salieron de la catedral, el Perro se inclinó y la miro a los ojos. Su cara de lagarto parecía sonreír eternamente. Aquéllas fauces húmedas y fibrosas dejaban salir la lengua que los reptiles usan para olisquear el aire buscando presas. Levantó una mano, le agarró un mechón grande de pelo y tiró de él con la fuerza necesaria para que Lucía casi pegara su oreja al hombro. Ella no se quejó, parecía una autómata, una marioneta con la mirada fija y gris.

Después de un rato, Arlanzón se cansó de su juguete, la golpeó con el dedo en la frente y se dio media vuelta. Caminaba hacia el río como un adolescente perezoso y Lucía le siguió, al fin y al cabo, hubiera sido más raro volver al hotel sin más. 

Y así, ¿casualidad de nuevo, tal vez? a cada paso, casi sin darse cuenta, ella fue un momento más joven, en su pelo había una cana menos, de su cara desaparecía una arruga por cada metro recorrido y a su mente volvían las dudas y la curiosidad de antes. 

_ ¿Y ahora qué?_ pensaba_ ¿le digo que venga conmigo a Madrid? ¿Qué comerá? ¿Moscas? ¿Es animal o humano? ¿Debo censarle o vacunarle?